Viajar a Londres es relativamente fácil porque se trata de una ruta cada vez más extendida entre los aeropuertos españoles, algo que repercute en la abundancia de billetes de avión baratos. Y, encima, este verano la capital británica acoge la celebración de los Juegos Olímpicos.
Será a partir del 27 de julio cuando arranque el evento deportivo más seguido del mundo, con una inauguración dirigida por el cineasta Danny Boyle, que tendrá el difícil reto de superar o igualar aquella tan fastuosa de Pekín. Pero los ingleses ya tienen experiencia, pues ya son sus terceras Olimpiadas tras las de 1908 y 1948.
Evidentemente, no sabemos cómo será la ceremonia pero sí hemos visto ya la original antorcha que desde su encendido oficial en Grecia ha ido recorriendo el mundo y llegará a Inglaterra el próximo 18 de mayo para cubrir otras 70 etapas nacionales antes de entrar en el estadio para alimentar el pebetero. Diseñada por Edward Barber y Jay Osgerby (que ganaron el premio al Diseño del Año), es resistente a la lluvia y tiene 8.000 agujeros, uno por cada portador hasta Londres. El número 8 se repite porque mide 80 centímetros, pesa 800 gramos y recorrerá un total de 8.000 millas.
La ciudad será un hervidero hasta el 14 de agosto, con las masas de turistas y espectadores fundidos con 10.500 atletas, 12.000 policías y 13.500 militares. Y eso que parte de las 34 sedes de las 39 disciplinas deportivas no estarán en el casco urbano -por cierto, que alguna también ha ganado premios, como el Velódromo, que se llevó el de Arquitectura-.
En la ciudad están el Estadio Olímpico de Stratford, situado en Margaths Lane y con capacidad para 80.000 personas. La autoría corresponde al estudio Populous y se caracteriza por un techo circular colgante, fácilmente desmontable y sostenido por tirantes de acero, así como por su envoltura perimetral plástica. Quien quiera verlo ha de aprovechar la ocasión porque al acabar los juegos se desmontará parcialmente, sometiéndolo a una reforma que cambiará su aspecto debido a su alto coste de mantenimiento.
La Villa Olímpica se sitúa al este de la ciudad, en Lower Lea Valley, a un cuarto de hora de distancia de cada sede como media. Cuando los atletas la dejen ya en agosto, sus 4.200 edificios con 2.818 apartamentos serán reaprovechados para impulsar la zona.
Otros lugares resultan conocidos a los aficionados al deporte porque son auténticos clásicos de su especialidad. Las instalaciones de Wimbledon, por ejemplo, constituyen un templo del tenis y cualquiera que las visite quedará fascinado por la imponente pista central o incluso el curioso museo que expone piezas pertenecientes a los tenistas más famosos de la historia. Y el Estadio Wembley, aún reformado, ya es mítico no sólo por los partidos de fútbol sino también por aquel legendario concierto de Queen.
Pero también hay sitios que habitualmente no tienen nada que ver con la práctica deportiva y que se adaptarán por sus características especialmente apropiadas. Es el caso de Hyde Park, donde se desarrollarán las pruebas de triatlón, o de Greenwich Park, el parque más antiguo de Londres (1433), declarado Patrimonio de la Humanidad y sede del Real Observatorio (donde se sitúa el Meridiano de Greenwich), que servirá para las competiciones de equitación y pentatlón.
Asimismo, el palacio de Hampton Court será el decorado perfecto para el ciclismo en ruta, igual que no habrá lugar mejor que la céntrica avenida del Mall para ver pasar a los maratonianos. El Ejército también cede algunas de sus propiedades: The Royal Artillery Barracks para el tiro y Horse Guards Parade, la explanada donde habitualmente se hace el cambio de guardia montada, para el voley playa.
En fin, la lista es larga y cualquier visitante la completará, a buen seguro, con otros rincones típicos como la Torre de Londres, la Catedral de San Pablo, la Abadía de Westminster, el British Museum, la National Gallery, las 2 Tate, Madam Tussaud’s… Eso sí, quien tenga pensado asistir a alguna competición como espectador debe apurarse porque ya quedan pocas entradas. Se compran exclusivamente en la web oficial o a través de agencias de viajes autorizadas y federaciones para evitar falsificaciones.
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