Anteayer cumplió 75 años uno de los mayores iconos turísticos de EEUU en general y de la ciudad de San Francisco en particular: el Golden Gate. Quien más quien menos tiene idea del aspecto de este gigantesco puente colgante que une los dos extremos del estrecho homónimo de la parte occidental de California y estos días aparece en casi todos los medios de comunicación mostrando su imponente mole roja.
Decenas de miles de personas acudieron a disfrutar de los fastos del aniversario en los muelles de la bahía, donde se reunieron todo tipo de embarcaciones y navíos con el fin de engrandecer el espectáculo pasando bajo el mismo puente. Y eso que, pese a todo, no es el más grande de la ciudad (ese honor le corresponde al Bay Bridge); pero su carisma es inigualable y lo ha llevado a aparecer en multitud de películas y canciones.
Fue construido entre 1933 y 1937 para dar respuesta al creciente tráfico de San Francisco, al que los ferrys ya no podían satisfacer. En realidad la idea de solucionar aquel colapso ya se había propuesto unos años antes pero se demoró porque en 1929 se produjo el Crack de la Bolsa y la consiguiente Gran Depresión dejó al proyecto sin financiación. Y es que el presupuesto estimado se calculó en 28 millones de dólares que, al final, hubo que costear con el lanzamiento de bonos y finalmente la inversión llegaría a 35 millones.
Un equipo de ingenieros bajo dirección de Joseph Strauss diseñó un puente de acero con una longitud de 1.280 metros, colgado de dos pilares-torre de 227 metros de altura. La pasarela, con 27 de anchura y situada a 67 de altura para que puedan pasar los barcos, tiene 6 carriles para tráfico rodado, 3 en cada dirección, y carriles para bicicletas y peatones. Durante la construcción murió una docena de obreros que no fueron más gracias a la adopción de medidas de seguridad excepcionales para la época.
Algunos detalles del Golden Gate son conocidos: los alambres que forman los tirantes podrían dar la vuelta a la Tierra 3 veces si se pusieran seguidos, cada torre lleva 600.000 remaches, ha soportado varios terremotos y se dice que es el puente que más suicidios acoge en el mundo, con más de 1.200 registrados. El mirador Dana H. Bowers, popularmente conocido como Vista Point, es el mejor punto para disfrutar de su visión