Imagen: César Acebal en Wikimedia Commons

A todo aquel que visite León hay que recomendarle inevitablemente que se acerque hasta la Cueva de Valporquero desplazándose unos 47 kilómetros al norte de la capital, a la pedanía de Valporquero de Torío, situada en plena Cordillera Cantábrica a 1.386 metros de altitud.

Es una gruta natural originada hace más de un millón de años, en el Pleistoceno, por la disolución de la roca caliza que provocaban las filtraciones de un arroyo. Así se formó una cavidad de 1.300 metros de longitud con varias salas de grandes bóvedas, miles de estalactitas y estalagmitas, columnas de múltiples brillos y colores…

Abrió al público en 1996 tras unos trabajos de acondicionamiento (exteriores, con aparcamiento gratuito, cafetería-restaurante y merendero, e interiores, con iluminación, escaleras y puentes) y hoy el visitante puede disfrutar de un espléndido panorama subterráneo del que destacan algunos rincones. Por ejemplo, la Gran Rotonda, una gigantesca sala circular de 10.000 metros cuadrados con el techo a 20 metros de altura que, en invierno, es atravesada por el río. O las Pequeñas Maravillas, donde se vislumbran formaciones rocosas con sus respectivos nombres (la Torre de Pisa, la Virgen con el Niño, las Gemelas…).

El Fantasma/Imagen: Josemanuel en Wikimedia Commons

La sala de las Hadas es especialmente recomendable en época de lluvias, cuando el camino se asoma a una cascada de 15 metros. También hay un Cementerio Estalactítico, auténtico bosque de picos rocosos colgando del techo que da paso a la Gran Vía, una galería paradójicamente estrecha, de 200 metros de largo por 30 de alto y 8 de ancho, a cuyo final se yergue la Columna solitaria. Por último se llega a la sala Maravillas, perfecto colofón apoteósico de espeleotemas de todo tipo con la guinda de un pequeño lago.

La cueva acaba de inaugurar su temporada y permanecerá abierta hasta mediados de diciembre. Aunque sea verano conviene abrigarse porque la temperatura media en el interior es de 7º, con una humedad del 99%. La visita se hace en grupos acompañados de un guía por una tarifa de 5,00 euros, aunque los niños entre 6 y 14 años pagan 3,50 y los menores entran gratis. Los espeleólogos tienen la opción de entrar también al Curso de Aguas, el nivel inferior del río, de 2 kilómetros.

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