Hoy, como todos los 12 de abril, es el Día del Espacio. Una jornada establecida por la ONU para conmemorar la primera ocasión en que un ser humano orbitó alrededor de la Tierra. Fue el astronauta soviético Yuri Gagarin en el año 1961.
Lo que se llama la Carrera espacial había dado sus primeros pasos muy atrás, desde que en 10903 Konstantin Tsiolkovsky teorizó sobre utilizar cohetes de propulsión líquida, algo que llevaría a la práctica en 1926 por Robert Goddard aunque su invento apenas voló medio centenar de metros. La Segunda Guerra Mundial supuso una auténtica revolución en la aplicación de los cohetes con las famosas V2 que los alemanes lanzaron, ya a la desesperada, sobre Inglaterra.
Pero el momento álgido llegó con la Guerra Fría en una competición entre EEUU y la URSS por ser los primeros. Se adelantó Moscú en octubre de 1957 con el Sputnik I, primer satélite artificial, y un mes después poniendo al primer ser vivo en órbita a bordo del Sputnik II, la perra Laika. Los americanos contestaron a los 3 meses con el Explorer I. La siguiente meta para ambos era poner un hombre en el espacio.
Y éste fue Yuri Alekséyvich Gagarin, un obrero metalúrgico que, fascinado por la aviación desde la guerra, había aprendido a pilotar, presentándose voluntario para el programa espacial soviético. Seleccionado entre miles de candidatos, fue el elegido para ser el tripulante de la Vostok 3KA-3 frente a su compañero Titov gracias a su pequeña estatura, 1,57 metros.
El 12 de abril de 1961 Gagarin, que había despegado gritando «¡Poyejali!» (¡Vámonos!), aportó una bella frase para la Historia: «Pobladores del mundo, salvaguardemos la belleza; no la destruyamos» (la otra, más famosa, se le atribuye erróneamente pues fue Kruschev el autor: «Gagarin estuvo en el espacio y no vio ningún Dios allí»). Luego voló 108 minutos en órbita alrededor de la Tierra, comió algo y se dispuso a regresar.
La reentrada en la atmósfera fue violenta y la nave estuvo girando sobre sí misma durante 10 minutos de descenso pero finalmente, a 7.000 metros de altitud, se desprendió la cápsula y el astronauta cayó en paracaídas en Smelovka, bastante lejos del lugar previsto. Se dice que una campesina, la primera que acudió a ayudarle, le preguntó si era un hombre del espacio y él, claro, contestó que sí.
Gagarin se convirtió en héroe nacional, fue ascendido e inició una gira mundial propagandística pero su vida personal se deterioró por la falta de privacidad, el abuso de alcohol y problemas matrimoniales. Llegó a convertirse en diputado del Soviet, pero en marzo de 1968 se estrelló con su MIG 15 en un misterioso accidente en el que el avión cayó en picado; aunque se habló de choque con un globo sonda o incluso que iba bebido, hoy se cree que fue una maniobra para intentar subsanar el mal cierre de la cabina. En poco más de un año Neil Armstrong pisaría la Luna.
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