Según cuenta la leyenda, en 1795 un chico de 16 años llamado Daniel McGinnis se topó por casualidad en la isla de Oak, Canada, con un árbol con extrañas marcas en su tronco, como si hubieran sido hechas por una cuerda. Justo al pié del árbol había un pequeño hoyo de unos 4,8 metros de diámetro. Intrigado por si allí podía haber algo enterrado, volvió al día siguiente con dos amigos, armados con picos y palas dispuestos a investigar el asunto.

Empezaron a cavar y comprobaron que la tierra arcillosa presentaba igualmente marcas de sogas en algunos lados. A una profundidad de 1,2 metros se encontraron una capa de troncos, otra a los 3 metros, otra a los 6 y una última a 9 metros de profundidad. La cosa se ponía interesante.

No obstante, por alguna razón no pudieron seguir cavando y tuvieron que abandonar la isla. Regresaron nueve años más tarde para encontrarse que el lugar seguía exactamente igual que ellos lo habían dejado. Esta vez venían preparados, con el apoyo financiero del empresario Simeon Lynds y trabajadores contratados por éste. La búsqueda del tesoro había comenzado.

Encontraron más plataformas de troncos, a los 12 metros, 15,2 metros, 18,2 metros, 21,3 metros, y 24,4 metros de profundidad, esta vez reforzadas con fibra de coco y masilla. Al llegar a una profundidad de 27,4 metros se encontraron una piedra, al parecer no procedente del lugar, en el que había una inscripción en clave. Una vez descifrada, la inscripción decía: «cuarenta metros más abajo hay dos millones de libras enterradas». Bingo!

Oak island treasure 1

Llegados a este punto pensaban que el tesoro estaría ya muy cerca, así que siguieron cavando, para encontrar tan sólo más y más capas de troncos. Además, cuanto más hondo avanzaban, más se iba llenando de agua el agujero. Al día siguiente regresaron para continuar cavando, llevándose la desagradable sorpresa de que el pozo estaba completamente inundado, hasta una altura de 10 metros de la superficie. Todo el trabajo arruinado.

Todos los intentos por drenar el agua, con la tecnología de la época (recordemos que estamos en 1805) fueron infructuosos. El nivel del agua se mantenía al mismo nivel. Decidieron abandonar el proyecto por un año y regresar en la primavera.

Cuando llegó la primavera empezaron a cavar un nuevo pozo paralelo al del tesoro, con la idea de trasvasar el agua. Al llegar a 33,5 metros de profundidad excavaron un túnel para comunicar ambos pozos, con tan mala suerte que las paredes del segundo pozo se derrumbaron. El agua seguía estando a 10 metros de la superficie en el pozo del tesroro. Desanimados, se dieron por vencidos y abandonaron la búsqueda para siempre.

Durante los años subsiguientes muchos intentaron recuperar el supuesto tesoro de muchas maneras. Excavaron túneles, construyeron ingeniosas máquinas, de hecho del pozo se han ido recuperando multitud de extrañas herramientas que los buscadores utilizaron a lo largo de los años.

Por supuesto existen múltiples teorías al respecto. Desde las que aseguran que el pozo no es más que el resultado aleatorio de diez mil años de acumulación de sedimentos hasta los que creen que por debajo existe una tupida red de túneles cuya misión es inundar el pozo con agua de mar para que el tesoro no pueda ser encontrado, y los que opinan que todo es un hoax.

Sea como fuere, la lista de buscadores a lo largo de los años es larga, y los artefactos descubiertos en las distintas capas, cuando menos curiosos, como las figuritas que les mostramos en la foto, que parecen pequeños ídolos de antigüedad indefinida.

Oak island treasure3

El caso es que hasta la actualidad se sigue excavando y buscando el tesoro. Incluso existe una licencia oficial de excavación, que va pasando de unas empresas a otras, y que en estos momentos parece pertenecer a Oak Island Tours Inc. (sospechoso que sea una empresa de turismo, verdad?).

Y el misterio, o lo que sea todo este asunto, sigue alimentando programas y revistas de dudosa credibilidad, como pueden comprobar haciendo una búsqueda en YouTube. Les dejo la primera parte de un documental al respecto, por si les interesa el tema.

  • Compártelo en:

Descubre más desde La Brújula Verde

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.