La propuesta vencedora del concurso Taiwan Tower Internacional, obra del arquitecto Sou Fujimoto, es un sorprendente edificio arborescente capaz de desaparecer de la vista gracias a su estructura de columnas (de 800mm de diámetro) y muros porosos, que hacen que durante el día la luz sea capaz de atravesarlos, y durante la noche un sistema de iluminación consigue que desaparezca en la oscuridad.
En lo alto, una isla suspendida aparentemente en el vacío, alberga un parque y jardines que se asoman al interior del edificio-estructura. Todo el edificio, además, está concebido para ser energéticamente autosuficiente, con un sistema interno de turbinas de aire, paneles solares y células fotovoltaicas, además de aprovechamiento del agua de lluvia.
Es curiosa la tendencia de los últimos años a elevar los espacios ajardinados y de esparcimiento, ubicándolos en lo alto de edificios y estructuras, tal y como por ejemplo podemos ver en algunos proyectos españoles. Así a bote pronto se me ocurre el Metropol Parasol de Sevilla, por ejemplo.
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