Berlín inauguró recientemente un monumento a Georg Elser, carpintero comunista que, el 8 de noviembre de 1939 atentó contra Adolf Hitler.
Elser colocó una bomba en la cervería Bürgerbräukeller de Munich a la que solían asistir altos cargos del partido nazi, incluídos Goebbels y Hitler mismo. La bomba explotó pocos minutos después de que Hitler abandonara el local. De haber tenido éxito Elser podría haber cambiado totalmente el curso de la historia.
Capturado cerca de la frontera Suiza, pasó cinco años en el campo de concentración de Dachau, donde fue ejecutado el 9 de abril de 1945.
La acción de Elser ha sido oscurecida en los libros de historia por otra más ambiciosa ocurrida el 20 de julio de 1944, la Operación Valkiria, de sobra conocida.
El monumento inaugurado en Berlín es una silueta en acero del rostro de Elser, de unos 17 metros de altura, y está situada en la Wilhelmstrasse, antiguo centro del poder nazi.