Por fin estas vacaciones he podido terminar un librito que tenía pendiente, Roma y los Bárbaros, una historia alternativa, escrito al alimón entre el ex-Monty Python Terry Jones y Alan Ereira. Presentado por sus autores como una investigación de la historia de las relaciones entre Roma y los llamados bárbaros, se trata de una obra que no dejará indiferente a nadie, ya sea a favor o en contra. En ella se nos muestra otra versión de la historia, alternativa a la que tanto la Iglesia como el Renacimiento nos legaron, y en la que Roma no sale demasiado bien parada. Ni los bárbaros eran unos incultos salvajes, ni los romanos tan civilizados como nos ha hecho creer. Claro que Jones y Ereira llevan el asunto a su territorio, que es la crítica semihumorística, y sobre todo la visión que los británicos pueden tener del resto de Europa, algo que queda bien patente a lo largo de toda la obra. Hay lagunas y ausencias, conclusiones discutibles y afirmaciones certeras, dando pie a la discusión, la reflexión y el asombro. Como cualquier libro de historia, no debemos creernos todo lo que leemos, sino tomarlo como una posibilidad que añadir a la ecuación.
La principal virtud del libro es hacernos reflexionar, principalmente sobre nuestro mundo actual, las similitudes que presenta con la Antigüedad y comparar lo que nos han contado de manera oficial con lo que pudo suceder en realidad. Y es que, como bien concluyen los autores, la historia que nos ha llegado siempre viene deformada por el tamiz de los vencedores, en el caso que nos ocupa la Iglesia Católica.
Los diferentes saqueos de Roma que protagonizaron los godos y los vándalos no fueron calamidades destructivas. Los godos no derribaron más que un edificio, y los vándalos, ninguno. (…)
La Iglesia católica (…) hizo todo cuanto pudo -siguiendo, una vez más, la gran tradición romana- por reorganizar a su antojo los pueblos y la historia. Fue la Iglesia la que decidió qué documentos habrían de perdurar y cuáles no: todas las fuentes de que disponemos han llegado hasta nosotros a través de copistas católicos medievales. Por consiguiente, volvemos a encontrarnos que la imagen del pasado se nos ha transmitido de un modo muy peculiar.
Tras la lectura confieso que mi imagen del mundo romano ha cambiado para siempre, también mi concepción de la política actual, no tan diferente de la de Roma. Así pues recomiendo su lectura a todos aquellos interesados en conocer, o al menos comprender, de donde venimos y hacia donde vamos. Les aseguro que se van a sorprender mucho con algunos pasajes del libro, que se van a encontrar pensando de repente en los por qués de la guerra de Irak o de la actual crisis financiera. Aunque les vuelvo a recordar que en cuestiones de historia no hay nada definitivo. Saquen sus propias conclusiones.
Pueden leer el primer capítulo del libro en una reseña publicada por El País, y una entrevista con Terry Jones en ABC.
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