Aniversario de la derrota de Nelson en Tenerife

Nelson herido en Tenerife (Richard Westall)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

El 25 de julio es una fecha histórica en Santa Cruz de Tenerife. Tal día del año 1797 la ciudad entró en los anales por rechazar el ataque de una flota inglesa dirigida por Horatio Nelson, acontecimiento que actualmente se celebra con una recreación a cargo de un grupo histórico.

Nombrado conde de San Vicente por su brillante victoria cinco meses antes ante una escuadra española pese a hallarse en inferioridad numérica y desobedeciendo a su superior, Nelson se había enterado de la llegada a la isla del Galeón de las Indias (aún se llamaba así) cargado de tesoros y decidió capturarlo. Para ello contaba con cuatro navíos de línea, tres fragatas y un cúter.

Todo se le puso en contra, desde el mal tiempo a las difíciles corrientes. Pero, sobre todo, la feroz defensa presentada por la guarnición española que mandaba el teniente general Antonio Gutiérrez. El marino británico intentó desembarcar en el lugar llamado Paso Alto, la playa que quedaba entre los castillos de San Cristóbal y San Pedro, pero el fuego cruzado entre ambos no sólo lo impidió sino que un cañonazo le arrancó el brazo derecho a la altura del codo, obligando a los cirujanos a amputárselo, sumándose así esa mutilación al ojo perdido en un ataque a Córcega.

Pese a que lo más probable es que todo fuera obra dea un simple y más prosaico disparo de mosquete, la leyenda atribuye la acción al cañón Tigre, una pieza de bronce fundida en Sevilla en 1768 de 134 milímetros y dos toneladas de peso que, convenientemente restaurada, puede verse hoy en día en las ruinas del que fue su emplazamiento original, el Castillo de San Cristóbal, bajo la Plaza de España. De aquella batalla también quedó en Tenerife la bandera de guerra del buque Emerald.