Este cuadro tan famoso es de Jean-Leon Gerome, un artista hoy poco conocido (aunque su obra si nos suene), pero que en su época alcanzó gran celebridad como baluarte del academicismo frente a una generación de jóvenes pintores que rechazaban esa visión del arte y proponían reflejar la realidad no como era sino como la percibían los sentidos. Por esa razón se les llamó despectivamente impresionistas y mantuvieron fuertes polémicas con Gerome, que no sólo defendía el estilo clásico y recurría a temas de la Historia para sus cuadros sino que incluso empleaba la recién nacida fotografía para realizar los dibujos y la composición.

Historia Oriente Thyssen mano Gerome

Así, Gerome nos ha dejado visiones de la antigua Roma y de la época de Napoleón que recuerdan, en cierto modo, a las reconstrucciones que luego hizo el cine en el siglo XX (en el que llegó a vivir, pues falleció en 1904), además de auténticas postales de sus viajes por Egipto y Asia Menor en las que es inevitable ver la influencia del maestro Ingres.

La exposición, la primera monográfica sobre este autor que se hace en España, estará abierta al público en el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 22 de mayo. El centro madrileño ha colaborado para ello con otros museos como la Réunio des Musées Nationaux, el parisino de Orsay y el neoyorquino Paul Getty, presentando una muestra dividida en cinco partes referentes a los años de formación del pintor, sus etapas neogriega y oriental, la temática historicista y el artista en su taller. Todo plasmado a través de 55 obras, algunas tan conocidas como el Pollice Verso de la imagen, del que siempre me hicieron especial gracia los reflejos del sol pasando a través del toldo que cubría el Coliseo, apreciables en la arena y el muro.

  • Compártelo en:

Descubre más desde La Brújula Verde

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.