Una de las imágenes icónicas de la Italia de los años treinta es la de Mussolini pronunciando uno de sus enfáticos discursos desde el balcón principal del Palacio del Arengario, cuyo nombre resulta suficientemente descriptivo. Así que, si la figura del Duce caracterizó buena parte del siglo XX y lo hizo desde ese edificio, alguien ha supuesto que era el lugar ideal era perfecto para reconvertirlo en sede el Museo del Novecento.
La inversión de 28 millones de euros deja 8.200 metros cuadrados para albergar fondos artísticos municipales, con un total de 400 obras. Un centro dirigido por Marina Pugliese y que presenta al público piezas correspondientes a diversos movimientos artísticos, con especial preponderancia del futurismo italiano (Balla, Severini, Soficci, Carrá, Boccioni…), de un subgénero llamado arte povera que se realizaba con materiales pobres (Pistoletto, Paolini, Merz, Zorio, Calzolani…), de pintura metafísica (De Chirico, Savinio…) y la joya del lugar: el lienzo Il quarto stato que pintó Giuseppe Pelizza da Volpedo entre 1898 y 1902, convertido en símbolo de la centuria desde que fue elegido precisamente para ser el cartel de la película Novecento.
El museo está en la Plaza del Duomo, justo al lado de la bella catedral milanesa y las famosas Galerías Vittorio Emmanuele, y oferta la entrada gratis hasta el 28 de febrero, fecha a partir de la cual cobrará 5 euros. Una razón más para buscar vuelos a Milán ya.