El pasado 28 de octubre se inauguraron oficialmente las Bodegas Portia, pertenecientes al Grupo Faustino, con 11.300 metros cuadrados y una capacidad para producir un millón de botellas anuales. Estas nuevas bodegas de uno de los principales productores de Ribera del Duero están en Gumiel de Izán (Burgos) y las destacamos aquí porque el edificio ha sido diseñado por Foster&Partners aplicando una serie de conceptos ecológicos.
Su planta tiene forma de estrella de tres puntas, dedicándose éstas a cada uno de los procesos de elaboración del vino: fermentación, envejecimiento y conservación. Si a la primera llega bien la luz para favorecer la emisión del dióxido de carbono, la segunda se halla bajo tierra en las condiciones contrarias, mientras que la tercera está concebida para hacer más cómoda al público la visita.
El edificio, construido en los tres materiales simbólicos que también participan en las fases de la elaboración vinatera anteriormente citadas –acero (de las cubas de fermentación), madera (de las barricas) y cristal (de las botellas)-, aprovecha que se asienta en una ladera para mantener bajo tierra buena parte de sus dependencias, incidiendo así en el paisaje lo menos posible pero también aprovechando el desnivel para mover las uvas alrededor del complejo sin necesidad de tracción mecánica, sólo con la fuerza de la gravedad. Además, el tejado está dotado de paneles solares y sistemas que optimizan el gasto energético y el control de la temperatura, pudiendo los camiones acceder a su centro gracias a una pista.