Imagen: Henning1956 en Wikimedia Commons

Niños, adolescentes, ancianos, familias, bebés, amantes, maternidades, fetos, abuelas… Casi 200 figuras humanas están repartidas por las 32 hectáreas del recinto al aire libre más famoso de Noruega, el Parque Vigeland, que forma parte de otro más grande, el Frognerparken de Oslo. Un millón de personas lo visitan cada año.

Conocido también como Parque de las Esculturas por razones obvias, este pintoresco lugar es el mejor muestrario de la obra del escultor Gustav Vigeland, que la cedió a la ciudad a cambio de su exposición tras un trato con el Ayuntamiento, completando así lo que también exhibe el Museo Vigeland. Las estatuas, todas desnudas, corresponden al período 1926-1942 y muestran una evidente influencia del estilo dinámico y brioso de Rodin.

El parque está estructurado en torno a cinco áreas, empezando por la propia entrada, cuya cancela de hierro forjado está labrada por el artista. Luego las esculturas, todas ellas de piedra o bronce, se van encontrando en el Puente, la Fuente, el Monolito y la Rueda de la Vida. Hay que tener en cuenta que la mayoría forma grupos o incluso aglomeraciones, de manera que una sola escultura puede estar compuesta por docena de figuras; es el caso del Monolitten, gigantesco bloque de granito que mide 17 metros de altura y está tallado con nada menos que 121 figuras humanas. También son muy populares el Sinnataggen, un niño enfadado de bronce que se puede ver en el Puente junto a otro medio centenar de estatuas y que se ha convertido en una especie de símbolo icónico de la ciudad, y el Livshjulet, la mencionada Rueda de la Vida, representada por las formas de 4 adultos y tres niños abrazados. Para visitarlo, existen muchos vuelos low cost desde nuestro país.

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2 respuestas a “El Parque Vigeland de Oslo”