
Se acerca una de esas efemérides que tanto les gusta celebrar a los ingleses y, por extensión, a todo el Reino Unido, con ceremonias y defiles. Un 24 de octubre de hace 205 años se libró una cruenta batalla naval en aguas del Atla?tico, frente a la costa de Cádiz. Si añadimos que fue en el golfo de Trafalgar no hace falta decir más.
Corría el año 1805 y Napoleón tenía ultimado un plan para invadir a su gran enemiga, Inglaterra, y consolidar así el dominio de Europa que sólo la Royal Navy impedía. Todo dependía de lo que hiciera la flota combinada hispano-francesa frente a la de Su Graciosa Majestad, inferior en número a la primera pero muy superior en entrenamiento y dirección; además la mandaba un marino de leyenda, Horatio Nelson. Llegado el momento, y con gran descoordinación entre los barcos galos y españoles, el almirante británico rompió la formación enemiga atacándola transversalmente con una táctica genial y la pericia de sus veteranos marinos hizo el resto.
Francia perdió 2.218 hombres y 12 barcos y España 1.022 por 10, mientras que Inglaterra «sólo» tuvo 449 bajas mortales. Pero una de ellas fue la del propio Nelson, alcanzado por un disparo, esta vez definitivo (había perdido un ojo y un brazo en otros combates anteriores). En ese sentido fue un día trágico para la Marina mundial, pues también fallecieron algunos de los principales capitanes españoles (Churruca, Alcalá Galiano, el teniente general Gravina) y franceses (Magon y el propio almirante Villeneuve, que apareció muerto posteriormente, quizá suicidado, quizá asesinado).
Hasta aquí la Historia. Pero es posible vivirla y respirarla sobre uno de los escenarios protagonistas: el H.M.S Victory, buque insignia de Nelson en la batalla, que sobrevivió maltrecho -tuvo que ser remolcado a Gibraltar- y, tras abandonar el servicio activo en 1812, fue restaurado en un dique seco de Porsmouth. Allí sigue, convertido en un fascinante museo que se puede visitar a diario de 10:00 a 16:30 por 19,50 libras que dan derecho a ver también el H.M.S Warrior (fragata acorazada de 1860), el galeón Mary Rose (actualmente cerrado por reforma hasta 2012) y el Museo de la Royal Navy. Cada año se acercan 350.000 curiosos.
El Victory es un navío de línea de primera clase construido en Chatham en 1765 con la madera de miles de árboles y cuyo casco está forrado con 17 toneladas de cobre. A lo largo de sus 4 puentes se reparten 104 cañones, aparte de todos los demás enseres que formaban la equipación habitual y que son cuidados por una tripulación con su capitán, aunque no la integran los 850 hombres de antaño por supuesto.
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