Marketing Lessons from the Grateful Dead es un curioso e interesante libro de Meerman Scott y Brian Halligan en el que, como su propio título indica, exploran los aciertos de la banda más icónica de la historia en dicho campo (y por cierto, uno de mis grupos favoritos).

Uno de los pasajes del libro cuenta el proceso que siguieron los miembros del grupo para elegir su nombre, al parecer extraído al azar por Jerry Garcia del Funk and Wagnall’s New Practical Standard Dictionary. El caso es que el nombre en cuestion, Grateful Dead, lleva tiempo poniéndose como ejemplo de elección acertada, de lo que muchas empresas deberían tomar ejemplo.

A name–like the Grateful Dead–is an asset to an organization. When you select an uncommon name (and one appropriate to your company image and target market) it’s unlikely that consumers will confuse your product with something similar. They will remember you. And in today’s world of online communications and of search engines, unique names for your company, products, and services allow you to own the search engine results for your brands.

No lo olvidemos, para ser recordados hay que elegir un nombre realmente memorable, para nuestra empresa, blog, libro, lo que sea.

Por cierto que Grateful Dead alude, en el folklore inglés, al alma de una persona muerta, que muestra gratitud a aquellos que cuidan de su tumba.

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