Naturaleza Giorgio de ChiricoGiorgio de Chirico era un pintor italiano de ésos capaces de seducir al público y crear admiradores tanto como de ganarse enemigos por su personalidad excéntrica. El que se hacía llamar provocadoramente Pictor Optimus y que confraternizó con el fascismo mussoliniano, amenazaba a los marchantes con declarar que los cuadros estaban hechos por los discípulos en su lugar si no aumentaban la cotización, de ahí que se haya descartado su autoría de unas 4.000 pinturas.

Pero esos lienzos protagonizados por enigmáticas marionetas y maniquíes con vida propia, que forman su temática característica, originaron lo que se llamó escuela metafísica, auténtica predecesora del dadaismo, primero, y el surrealismo, después, e influyeron decisivamente en autores como Guillaume Apollinaire, Max Ernst, René Magritte y Salvador Dalí.

De Chirico, que murió en 1978, revive otra vez a través de su obra gracias a una muestra que organiza el crítico de arte Achille Bonito Oliva en el Palacio de Exposiciones de la capital transalpina. Se titula La naturaleza según Chirico y está dividida en siete apartados que analizan la producción del artista en relación a la presencia de lo natural en sus lienzos, que aparentemente supone un segundo plano de la ambientación casi de interior en que acostumbra a situar las figuras que pinta.

Hasta el 11 de julio se podrán ver 140 obras, algunas de ellas inéditas en Italia y otras muy conocidas. Se puede hacer un tour del pintor visitando también su tumba (en la iglesia de San Francisco a Ripa, en el Trastevere romano) y la casa donde vivió tres décadas (en la Plaza de España, lindando con la que ocuparon los poetas Shelley y Keats), restaurada en 2009.

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