En 1726 se produjo en Inglaterra uno de los hoax (engaño, leyenda urbana) más curiosos de la historia. Digo que es uno de los más curiosos porque por aquel entonces incluso hombres de ciencia reputados se creyeron el engaño. Luego veremos porqué.

La historia fue la siguiente: Mary Toft, una sirvienta de unos 25 años logró convencer a varios médicos de que había dado a luz conejos. Para ello se introdujo diversas partes de conejos allí donde nadie debería introducirlas y se fue a ver al médico local para que la ayudase a dar a luz. El hombre se quedó de piedra, claro, pero se tragó la bola y se fue de la lengua, convencido de haber asistido a una curiosidad médica digna de mención. Tanto se extendió el rumor de lo acontecido que el propio rey de Inglaterra envió a sus médicos personales a entrevistarse con la señorita Toft. Ésta les aseguró que antes de dar a luz había sentido un irrefrenable deseo de comer conejo, que solía soñar con ellos y que dedicaba largas horas intentando capturarlos en el jardín de su casa. Examinaron las partes de conejo dadas a luz y llegaron a la conclusión de que el asunto era cierto.

Así pues se llevaron a Mary a Londres, donde finalmente parece ser que confesó el engaño y fue encarcelada, tal y como se detalla en el ejemplar del 24 de diciembre de 1726 de The British Gazetteer, que anunciaba su encarcelamiento por haber pretendido dar a luz a 17 conejos.

Pero tras cuatro meses internada fue liberada sin haber sido enjuiciada. A los ojos de muchos aquello significaba que no había podido demostrarse su culpa, y por tanto no había truco ni mentira en todo el asunto. Pero ¿cómo habían podido tantos médicos creerse el engaño? La respuesta está en la Impresión Maternal. Por aquella época era común la creencia a pies juntillas en esta teoría falsa, que promulgaba que cualquier impresión o experiencia de la madre podía tener un efecto sobre el feto en gestación. Por ejemplo, se suponía que la madre del Hombre Elefante había sido asustada por un paquidermo durante su embarazo, y por tanto esa impresión había pasado al niño produciendo sus malformaciones. Del mismo modo las experiencias con conejos de Mary Toft debieron dejar su impresión en los ‘conejos’ que dio a luz. Esta creencia en las Impresión Maternal ha estado presente en el folklore y las creencias humanas desde tiempos inmemoriales, pudiendo rastrearse referencias en la Biblia y las obras de los clásicos griegos y romanos.

En la Wikipedia en español tenemos un artículo dedicado a Mary Toft, que es un breve resumen del original en inglés. En éste se explica perfectamente toda la historia, con muchos más detalles de los que he recogido aquí. En esencia este post es un resumen libre del artículo del Diccionario de los Escépticos dedicado a Mary Toft. Recomiendo muy mucho la lectura y consulta de este diccionario a todos los interesados en asuntos de este tipo.

La fotografía se titula Cunicularii of The Wise Men of Godliman in Consultation. Procede de la Wikipedia y muestra la escena en que los médicos examinan a Mary Toft.

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One reply on “La mujer que paría conejos”