El pasado jueves día 5 tuve el placer de asistir en Madrid al Evento Nomaders. Allí nos reunimos junto a los responsables de Nomaders, Alfredo Rivela, Egoitz Goikoetxea y Laura Farinelli, bloguers y emprendedores como Javier Martín (Loogic), Antonio Cambronero (Blogpocket) y MariCarmen, Idoia Cantolla (Ilustrae), Chiqui de la Fuente (Chiquiworld, El País), Chiara y David Alayón (Bitacoras.com), Miguel Angel Gatón y Yésica (Actualidad Viajes), Dayana (Destinos Actuales), Alberto Coronado (Magic Circus), Luigi Volatile y un servidor, guiados magistralmente por Arma Kleinepier de Madwaymadrid.
Partimos de la plaza de Cascorro a las cinco de la tarde, para bajar a la «cueva» de La Kandela, donde David nos enseñó a tocar el cajón flamenco. Eso sí, después de realizar algunos ejercicios de coordinación y ritmo muy divertidos. A mi me sorprendió la profundidad a la que tuvimos que bajar, calculé unos tres pisos por debajo del nivel de la calle, para acceder a la cueva, absolutamente encantadora, e insonorizada.
Después nos acercamos a visitar las Escuelas Pías, edificio en ruinas hoy convertido en biblioteca de la UNED. Está situado en el barrio de Lavapiés, uno de mis barrios preferidos y donde si tuviera un piso en Madrid quisiera que estuviera el mío. Está emplazada al lado del Gaudeamus Café, maravillosa terraza-tejado a la que no pudimos acceder, pero que queda pendiente para la próxima.
La siguiente parada fue la Estación de Chamberí y el Andén Cero. Cerrada desde 1966, ha sido restaurada y se puede visitar para ver como eran antiguamente las estaciones madrileñas. Fue una visita rápida pero con mucho encanto, donde Antonio me hizo estala foto que encabeza este post y que quedará para la historia…
Luego la visita al viejo depósito de agua del Canal de Isabel II, ahora sala de exposiciones. Allí subimos hasta lo alto del depósito por la estructura de escaleras metálicas, donde más de uno tuvimos que superar nuestro vértigo, hasta conseguir ascender a la sala que hay sobre la bóveda. Absolutamente maravillosa arquitectura industrial que recomiendo visitar a cualquiera que se pase por Madrid.
Y como colofón de la tarde-noche asistimos a una cata de vinos en Vinarium, dirigida magistralmente por Alberto Coronado, que nos enseño a apreciar el vino y nos despejó muchas dudas sobre la elaboración de los caldos y su disfrute. Para mi esta fue la mejor parte de todas, no sólo porque fue una auténtica delicia escuchar a Alberto, sino porque todo el grupo compartimos unas horas intensas donde hubo de todo: risas, revelaciones de talentos olfativos, y buen rollo. Como dice Antonio, aprendimos que un vino puede oler a ‘perro mojado’, y no por eso saber mal. Y yo me apunté un vino del Mercadona (un crianza de 2 euros), recomendado por Alberto, llamado Borsao, que todavía no he probado pero que apuesto que va a estar buenísimo.
Llegué a Madrid a las 15.30 y regresé a Oviedo en el autobús de las 00.30h, con lo que me tiré toda la noche viajando. A las 6 de la mañana llegaba a mi casa hecho polvo, pero sabiendo que había merecido la pena asistir a este evento inolvidable. Así pues muchísimas gracias a Alfredo Rivela y todo el equipo de Nomaders por invitarme. Fue un placer conocer a tanta gente interesante y compartir unas horas de diversión y entretenimiento, y descubrir ese Madrid oculto y alternativo.
También han escrito sus crónicas:
Blogpocket: Madrid arriba, Madrid abajo (evento Nomaders)
Laura: Descubriendo otro Madrid, en excelente compañía
[Todas las fotos son de Blogpocket. Pueden ver más en su galería de Flickr].
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