Un buen logotipo debe cumplir dos normas: ser original y tener un significado. Muchos de los logotipos que conocemos contienen simbolismos ocultos, algunos muy evidentes y otros no tanto. En Six Revisions nos enseñan un buen puñado.
Como ejemplo, Toblerone:
Confieso que nunca había visto el oso escondido en la montaña. Es el símbolo de la ciudad de Berna en Suiza, donde se fabrican los riquísimos Toblerones.