British Airways ha lanzado Highlife, una red social en la línea de la web 2.0. En realidad no se trata más que del paso de los contenidos de su revista a la web, pero eso sí, dotándola de funcionalidades sociales que permiten a los usuarios relacionarse con otros viajeros.
Se trata de que los usuarios contribuyan al sitio enviando sus historias y viajes y, como suele ser habitual en este tipo de sitios corporativos, al principio es un pequeño grupo de usuarios los que producen casi el 90 por cierto de la información. Aunque el diseño es magnífico, al final el usuario avanzado terminará huyendo hacia sitios más independientes y concurridos. Sobre todo porque trabajar para que otros se lleven el dinero no suele sentar nada bien. Si por lo menos eliminasen la publicidad…Pero por intentarlo que no sea.
