Por supuesto aquí no hay cabida para la privacidad, pues el proceso precisa de la intervención humana y, por tanto, es imposible garantizar que nadie va a leer las cartas que recibas. Pero salvando ese detalle y reconociendo que cada vez es menos frecuente enviar cartas de carácter privado por correo postal, la idea esta bastante bien para todo el tema facturas, publicidad y demás.
Lástima que sólo funcione para el correo de Sudáfrica y que sea de pago