El historiador israelí Shlomo Sand está levantando ampollas entre sus compatriotas con su nuevo libro Cuando y cómo se inventó el pueblo judío.

En él sostiene dos tesis que ya se barajaron en el pasado, incluso entre historiadores sionistas, pero que a día de hoy habían sido desechadas:

Que los actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo lejos de Palestina, y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, y que los palestinos árabes son los únicos descendientes de los antiguos judíos.

Expuestas de esta manera suenan bastante sorprendentes, pero como todo en las ciencias históricas, deben ser tomadas con matices. Otra de las cosas que afirma Shlomo Sand es que el exilio judío y la deportación de Tito son invenciones cristianas.

Es cierto que los romanos no permitieron a los judíos que vivieran en Jerusalén, pero los cristianos crearon la fantasía de que no se les permitió vivir en toda Judea. La raíz del mito del exilio judío es cristiana. Nunca hubo exilio. No hay ningún libro científico que lo diga. En los billetes de 50 shekels se dice que Tito deportó a los judíos, pero es un mito.

No se pierdan la interesante entrevista con el autor en Público.

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