Hace dos años Kiribati, un pequeño archipiélago del Pacífico, declaró el Area Protegida de las islas Phoenix (Phoenix Islands Protected Area), a medio camino entre Hawaii y Fiji. Ya por entonces era, en extensión, la tercera reserva marina del mundo.

Ahora el gobierno de Kiribati la ha ampliado más de doble, para convertirla en la de mayor extensión del planeta. Entre otras cosas, allí se conserva uno de los últimos ecosistemas de coral oceánico intacto que nos quedan. Así que bien por Kiribati.

En el aspecto económico esto va a suponer para el pequeño país la pérdida de unos 3 millones de dólares, que antes ingresaba por licencias de pesca en la zona. Sin embargo esperan compensarlo con los ingresos del turismo.

Habrá que hacerles una visita, ¿no?


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