En pinturas rupestres de toda Eurasia aparecen representados animales como bisontes que, a lo largo de las distintas eras, fueron cambiando de morfología.

Esta evolución del bisonte plasmada por los artistas prehistóricos no había podido ser demostrada científicamente, a pesar de que se han hallado númerosos restos fósiles de este tipo de bóvidos. Es más, algunas representaciones datadas hace más de 15.000 años muestran un tipo de bisonte híbrido totalmente desconocido.

Pero un estudio realizado por el Centro Australiano para el ADN Antiguo (ACAD) de la Universidad de Adelaida, publicado en Nature Communications en 2016, revela cómo la hibridación de diferentes especies dio lugar al ancestro del bisonte europeo. A esta especie híbrida la han denominado el bisonte de Higgs, parafraseando a la elusiva partícula.

Mediante análisis de ADN los investigadores llegaron a la conclusión de que este bisonte de Higgs sería producto de la hibridación del extinto bisonte estepario (Bison priscus) y del uro (Bos primigenius), el ancestro del ganado moderno, hace unos 120.000 años. Los actuales bisontes europeos (Bison bonasus) tienen hasta un 10 por ciento de genes procedentes del uro y serían los descendientes directos del bisonte híbrido que aparece en las pinturas rupestres del Último Máximo Glacial hace unos 20.000 años.

Para realizar el estudio se analizó ADN extraído de huesos y dientes previamente datados mediante radiocarbono, hallados en cuevas de Europa, los Urales y el Cáucaso. Encontraron que muchos poseían una señal genética que los diferenciaba del bisonte europeo y de cualquier otra especie conocida. Es más, la datación por radiocarbono indicaba que esta especie desconocida coincidía en el tiempo con el bisonte estepario a lo largo de la última glaciación. Hasta ahora se pensaba que únicamente éste habia estado presente en el Paleolítico tardío europeo.

Cuando los investigadores contactaron con especialistas en arte parietal en Francia, descubrieron que éstos ya conocían la existencia de dos tipos diferentes de bisonte por las representaciones halladas en la cuevas, hasta 820 incluyendo uros se han registrado en el arte paleolítico. Pinturas datadas en fechas que concidían con las determinadas a través del registro fósil. Uno de los tipos representados cuenta con grandes cuernos y cuartos delanteros, muy parecido al bisonte americano que desciende del bisonte estepario, mientras que el otro tenía cuernos más cortos y doblemente curvados, y se parece más al bisonte europeo moderno. Éste último habría sido el ancestro de los modernos bisontes europeos. En la imagen sería el segundo, reproduccción de una pintura de la cueva Pergouset en Francia.

El nuevo bisonte híbrido habría sido la especie dominante durante los períodos más fríos y, de hecho, sería una de las pocas en sobrevivir a las extinciones de megafauna.

El estudio está publicado en Early cave art and ancient DNA record the origin of European bison (Julien Soubrier, Graham Gower [et al.]


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