Tras la caída de Francia en junio de 1940 Hitler se planteo invadir España y el Norte de África. Finalmente esos planes se desecharon y Alemania buscó la complicidad del régimen del general Franco para permitir a las tropas nazis la toma de Gibraltar, lo que luego les permitiría lanzar desde allí una ofensiva sobre las tropas francesas del Magreb.

Pero las negociaciones fracasaron y la operación alemana jamás se pudo llevar a cabo. Sin embargo, los británicos no se fiaban mucho y pusieron en marcha en 1941 una operación para el caso de que Gibraltar finalmente cayese en manos enemigas. Se la llamó Operación Tracer.

El plan consistía en crear un puesto de observación encubierto en el peñón, que pudiera permanecer activo y enviar información al Reino Unido, aun en el caso de que Gibraltar fuera ocupado por los alemanes.

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La construcción se terminó en el verano de 1942. Seis voluntarios fueron seleccionados para ser sellados en su interior en caso de invasión: un oficial, dos médicos y tres operadores de radio. En el complejo se almacenaron provisiones para que pudieran resistir siete años.

Todos aquellos que habían participado en la construcción fueron inmediatamente repatriados a Gran Bretaña, para evitar que pudieran revelar la localización exacta.

La habitación principal del complejo media 14 x 4.,8 x 2,4 metros y estaba situada a una altura de 410 metros. Tenía dos aberturas de observación, una al oeste sobre la bahía de Algeciras y otra al este sobre el Mediterráneo. En el interior había dos generadores electricos, uno de ellos alimentado mediante una bicicleta. Todo el suelo fue recubierto con corcho para reducir el ruido de las transmisiones.

Entrada del complejo de la Operación Tracer / foto Moshi Anahory en Wikimedia Commons

Los oficiales al mando de la Operación Tracer eran el almirante John Henry Godfrey, su secretario Edward Merret, y el asistente personal de éste, nada menos que el comandante Ian Fleming, que más tarde se haría famoso por crear el personaje de James Bond.

Pero la Operación Tracer nunca llegó a activarse. La conquista del Norte de África por las fuerzas aliadas en mayo de 1943 y de Sicilia en agosto de ese mismo año, hizo disiparse el peligro sobre Gibraltar. Las cámaras fueron selladas y las provisiones fueron redistribuidas.

Durante muchos años no se supo donde estaba ese puesto secreto. Algunos historiadores lo identificaban con el sistema de túneles llamado Lord Airey’s Shelter, situado en el extremo sur de la roca. Su cámara principal mide 34 por 4,6 metros, y tiene otras dos cámaras más pequeñas adyacentes. Está comunicado con el resto del sistema de túneles que existen en el interior de la parte alta del peñón.

Otros historiadores creían que Lord Airey’s Shelter no era más que una distracción. Mientras los espías alemanes se fijaban en la cantidad de desechos que eran extraidos a diario de allí, en realidad el auténtico refugio secreto era construído en otro sitio. Y efectivamente así fue.

En diciembre de 1997 un grupo de espeleólogos gibraltareños encontró las cavidades en las cercanías de Lord Airey’s Shelter, bicicleta incluida. Mantuvieron la localización en secreto durante tres meses, mientras las exploraban. Al año siguiente, Dennis Woods, uno de los seis hombres que habían sido seleccionados para la operación, regresó al lugar y confirmó que el hallazgo era correcto. Pero también afirmó que existían otros dos proyectos simultáneos, que nunca han sido encontrados.

En octubre de 2008 el último superviviente de los miembros de la operación, Bruce Cooper, visitó el lugar con su familia. En 2012 se publicó el documental Operation Tracer – Stay Behind Cave.


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