El famoso miembro de las SS y comando más temido de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, Otto Skorzeny, fue reclutado por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, al finalizar el conflicto.

Al servicio del Mossad habría asesinado en 1962 a un científico alemán implicado en el desarrollo de los misiles V2 para Hitler llamado Heinz Krug. Krug desapareció sin dejar rastro tras la guerra, para reaparecer a principios de la década de los 60 trabajando para el gobierno egipcio. Por ello Israel, en aquel momento enfrentada a Egipto, lo habría considerado una seria amenaza.

Krug, temeroso de los israelíes, habría contratado al propio Skorzeny como guardaespaldas, sin saber que en realidad éste ya era un agente doble al servicio del Mossad. Su encuentro se produjo el 11 de septiembre de 1962 en los bosques de los alrededores de Munich, donde para sorpresa de Krug Skorzeny le disparó haciendo desaparecer luego su cuerpo con ácido.

Otto Skorzeny con Mussolini, tras la liberación de éste / foto Bundesarchiv, Bild 101I-567-1503C-15 / Toni Schneiders en Wikimedia Commons

La historia se basa en entrevistas llevadas a cabo por el diario con antiguos miembros del Mossad, según los cuales la operación tenía como objetivo intimidar a los científicos alemanes que trabajaban para el país norteafricano desarrollando un programa de misiles estratégicos.

Lo que sorprende es que precisamente el encargado de ejecutar la operación fuera Otto Skorzeny, el hombre que liberó a Mussolini cuando fue capturado por primera vez en 1943, que fue condecorado con la más alta distinción por Hitler, y que ejecutó un buen puñado más de operaciones destacadas en la Segunda Guerra Mundial. Los alíados le consideraban el hombre más peligroso de Europa.

Según Ha’aretz el motivo de reclutar a Skorzeny era conseguir acercarse lo máximo posible a los nazis que estaban ayudando a Egipto a planear un nuevo holocausto. No parece descabellado, teniendo en cuenta que el Mossad no tenía, en aquella época, reparos en saltarse límites legales de ningún tipo. Y que Skorzeny, que vivía en España bajo la protección del régimen franquista, se había convertido en una especie de mercenario.

Skorzeny en Berlín, 1943 / foto Bundesarchiv en Wikimedia Commons

Tras la guerra Skorzeny fue capturado e interrogado por los estadounidenses. Pero consiguió escapar con la ayuda de antiguos oficiales de las SS disfrazados con uniformes norteamericanos. Aunque en sus memorías, publicadas con el título Vive Peligrosamente, afirma que le dejaron escapar. Finalmente encontró refugio en España, desde donde continúo sus ahora diversas actividades entre las que se encontraban asesorar a los gobiernos de Argentina y Egipto. Precisamente en esa época habría entablado amistad con los oficiales egipcios que estaban implicados en el programa de misiles.

Contactado por el Mossad. Skorzeny, según afirma el antiguo oficial del Mossad Rafael Eitan, no estaba interesado en obtener dinero a cambio, tan sólo habría exigido que su nombre fuera retirado de la lista de criminales de guerra que manejaban los israelíes.

El asesinato de Krug no fue la única misión que Skorzeny habría realizado para el Mossad. Obra suya habría sido también la bomba que mató a cinco militares egipcios en el atentado de la Factoria 333, donde trabajaban los científicos alemanes.

Finalmente Skorzeny moriría en España de cáncer en julio de 1975 a los 67 años, sin que el Mossad intentase nunca capturarle. Su funeral, del que pueden encontrarse numerosos vídeos en internet, congregó a antiguos colegas de las SS que le despidieron con el saludo nazí, sin saber que posiblemente había sido un agente israelí.


Fuentes

Haaretz


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