Imagen: 1025wil en Wikimedia Commons

Dado que tengo una pequeña debilidad por el tema voy a permitirme recomendarles visitar Montana (EEUU) en la segunda mitad del mes. Y no cualquier sitio de ese estado sino el Little Big Horn Battlefield National Monument, que es, como ya habrán adivinado, el lugar donde tuvo la célebre batalla entre los sioux y el Séptimo de Caballería mandado por el general Custer.

Ésta tuvo lugar el 25 de junio de 1876 junto al río Little Big Horn. La expedición de Custer formaba parte, como avanzadilla, de otra mayor con el objetivo de aplastar a los 3.000 guerreros lakotas, cheyennes y arapahoes de Toro Sentado y Caballo Loco, puestos en pie de guerra después de la enésima vulneración de los tratados que protegían sus tierras. Pero cuando el impetuoso general -que en realidad era coronel- descubrió el campamento indio, no quiso avisar y esperar al grueso de las tropas.

Dejó un contingente vigilando los carros de suministros y dividió sus fuerzas en tres columnas de ataque, pensando que los guerreros estaban de caza y podría tomar como rehenes a los que quedasen defendiendo el campamento. La primera sección cargó contra el enemigo de frente pero se vio obligada a parar bruscamente y atrincherarse en una loma cuando miles de indios salieron a hacerle frente. La segunda no encontró oposición y volvió atrás para reforzar a la anterior.

La tercera, mandada por el propio Custer, dio un rodeo para atacar el campamento indio por el otro lado pero se encontró con el mismo problema que la primera: miles de indios le salieron al paso, envolviéndola y aniquilándola en el lugar conocido como Greasy Grass. Todo duró menos de una hora, muriendo 265 soldados y dos centenares de indios.

Estos hechos se conmemoran con un evento anual llamado Little Big Horn Days, del 22 al 24 de junio. Tiene lugar a 8 kilómetros de la ciudad de Hardin (desde donde que hay que coger una salida por la Interestatal 90) con asistencia de 10.000 personas que disfrutan de una serie de actos y actividades como talleres de danza, simposios historicistas, una feria de artesanía, desfiles, conciertos (este año Ricky Nelson) e incluso el Libbie Custer’s High Tea (o sea, tomar el té con Libbie, la esposa del general).

Pero lo más interesante y espectacular se lleva a cabo cada día a las 13:30: una recreación de la última resistencia del Séptimo llamada Custer’s Last Stand Re-enactement y que se desarrolla siguiendo relatos blancos e indios.

Por lo demás, el Centro de Visitantes del Campo de Batalla abre todo el año de 8:00 a media tarde. La entrada cuesta 10 dólares si se va en el propio coche y 8 a pie (hay un itinerario peatonal de varios kilómetros). En cambio se entra gratis al cementerio, donde yacen los caídos en el lugar exacto donde fueron encontrados.

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