Cada vez se extiende más la tendencia a hacer pequeños hoteles originales, sostenibles y ecológicos que suelen responder sobre todo a iniciativas muy personales. Es el caso de Mark Reynolds, un ingeniero y constructor británico, motero apasionado que viajó sobre dos ruedas por su país favorito, la India, hasta encontrar un rincón que le sedujo y le atrapó. Se trata de Poovar, al sur de Kerala. Allí decidió establecerse y montar un negocio hostelero en las antípodas del concepto de resort.

Sostenibilidad y encanto para un hotel en la India

Construido casi artesanalmente, el Friday’s Place se compone de un grupo de cabañas de madera con techo de hoja de palmera -se renueva cada año- que reciben el nombre genérico de Crusoe, muy apropiado por la asociación de ideas e imágenes entre la realidad y la novela de Daniel Defoe. Pero también merece la pena destacar la Tsunami House, otra cabaña pero encaramada sobre una especie de plataforma de adobe que se encuentra en su propio islote y podría ser una garantía de seguridad en caso de inundación por crecida del río Neyyar.

El lugar se ilumina con energía solar y el agua procede del río, previa filtración para purificarla, reciclándose. La estancia mínima es de tres días; sin duda apetecen muchos más.

  • Comparte este artículo:

Loading...

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.

One reply on “Sostenibilidad y encanto para un hotel en la India”