El londinense palacio de Kensington, situado al oeste de Hyde Park, está en proceso de restauración de cara a los Juegos Olímpicos, con una inversión de 18 millones de libras. Por eso buena parte de sus dependencias se han cerrado al público. Para compensarlo los visitantes pueden vivir una experiencia distinta, original y, que yo sepa, única hasta ahora, en las habitaciones que sí se pueden ver. Desde marzo y con plazo hasta junio de 2012 Kensington se convierte en un palacio encantado.
Palacio encantado Kensington
Los diseñadores Vivienne Eastwood, William Tempest y Boudiccay Aminake Wilmont aúnan esfuerzos con el ilustrador Eccho Morgan, el sombrerero Stephen y la compañía de teatro Wildworks para crear un ambiente misterioso, en el que predomina una luz tenebrosa y efectos de sonido se combinan con el trabajo de los actores para recrear siete historias: las de las siete princesas que habitaron el lugar a lo largo de los siglos desde que el arquitecto Christopher Wren lo creara. Mary, Anne, Caroline, Charlotte, Victoria, Margarita y Diana volverán a deambular por pasillos, salas y dormitorios rememorando sus días más tristes: Mary lloraba por su hijo muerto prematuramente (y en su cámara se podrá ver un vestido confeccionado con lágrimas); Charlotte, hija de Jorge IV, falleció en 1817 con sólo 32 años para consternación de todo Londres, que agotó las existencias de tela negra para hacer ropa de luto; Victoria fue despertada en la misma enorme cama que se exhibe hoy para informarle de que ya era reina; y son sobradamente conocidas las depresiones de Diana, que tenía Kensington como residencia oficial (y que posee aquí su propia exposición).

Los visitantes hacen un recorrido libre contando únicamente con un mapa y no reciben información hasta el final del tour. Entretanto deben dejarse llevar por las emociones y los sentidos. Para visitarlo existen numerosos vuelos que parten de casi todos los aeropuertos de España.

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